27 febrero 2006

De lujo

No quisiera dejar pasar más tiempo sin comentar el concierto de Deluxe del miércoles pasado.

Lugar: Sala El Sol. C/ Jardines, 3.
Hora: 00.00Siempre es bueno volver a locales de los de toda la vida. Estas salas pequeñas tienen un ambiente especial. Aunque en este caso no nos costaría imaginar aquí a Toulouse-Lautrec en una de sus correrías como las del París de hace siglo y pico, tampoco hay grandes quejas por la decoración y distribución del lugar, salvo, quizá, las enormes columnas demasiado cerca del escenario. En cualquier caso, un buen sitio para conciertos más íntimos que los de las grandes salas. Por no compararlo con estadios y plazas de toros.
Al grano. De teloneros Frida. A pesar del nombre, cantaban en inglés. No sonaba mal, con fuerza. Pero no habíamos ido hasta allí a escucharles a ellos.
Con media hora de retraso (lo típico), a pesar de ser una madrugada entresemana, apareció Xoel con su banda. Respecto a ocasiones anteriores, faltaba un guitarra, que era suplido por Juan de Dios alternándose entre sus teclados y las seis cuerdas. Tal vez es que no cabía más gente en tan mínimo escenario :p. Arrancaron con Bienvenido al final, uno de los grandes himnos de su segundo LP; iba dedicado a mí, que vuelvo a estar en el final de otro periodo de suerte (cada cierto tiempo, esta canción retorna con sentido renovado). Poco a poco, fue desgranando más temas, fundamentalmente de su último disco. Es una maravilla ver cómo evolucionan los temas del disco al directo, e incluso entre distintos conciertos. Nunca hay dos iguales. Las canciones lentas se aceleran, otras movidas se vuelven pausadas; y siempre suenan bien. También brindó un tema de reciente composición que no pude evitar que me recordase a Calamaro en su Adiós, amigos, adiós, aunque sólo la temática. Tampoco dio para mucho más esa primera escucha.
Llegó el momento de las versiones, y Xoel se quedó a solas con su guitarra "acústica". Empezó tocando Bridge over troubled water (Simon & Garfunkel) que desembocó en un emocionante Hallelujah (Leonard Cohen) estilo Jeff Buckley. A continuación, porque había "estado en Argentina", tocó Todo lo demás, una de las buenas canciones que dejó el gran Calamaro en Alta Suciedad, y que ya le habíamos oído interpretar junto a los hermanos Ferreiro, compañeros del viaje a Argentina, en MTV Select (si alguien está interesado, que busque por el emule). Más adelante sonaría Perlas ensangrentadas de Alaska, ya habitual en el repertorio.
El momento culminate del concierto seguramente llegó con la interpretación de Three months of glory cuando, a mitad de canción, Xoel se bajó del escenario a tocar un maravilloso solo entre el público. Éste, que hasta el momento tampoco había estado muy movido, explotó. Tras un par de minutos se volvió a subir a la tarima tocando la guitarra sobre su cabeza. Y de pronto, sin saber cómo, resulta que estaba tocando With or without you, de U2. Pura magia. Mientras la gente todavía se frotaba los ojos y recogía los fluidos segregados, la banda siguió con Que no, otro de los himnos creados por Deluxe. Normalmente sus conciertos (al menos a los que yo había asistido) se cierran con esta canción, pero no habíamos llegado ni a los bises.
Tras retirarse brevemente del escenario, regresó con Juan de Dios para regalarnos otro clásico: No money to spend a solas con el teclado. A medida que avanzaba la canción fueron incorporándose los otros instrumentos mientras Xoel volvía a demostrar que es el amo del escenario.
En conjunto, aunque algo corta, otra gran actuación de Deluxe. Tan solo me quedé con ganas de escuchar Song for Ana, otra de mis debilidades.

26 febrero 2006

Ay

Este fin de semana no pensaba escribir porque el viernes me sacaron tres muelas y ando un tanto maltrecho... pero el cóctel químico que me estoy metiendo parece que me da algún respiro. He aprovechado la pequeña convalecencia para darme un atracón de Twin Peaks, serie que tenía pendiente desde el año pasado por lo menos. Para quien no haya oído nada sobre el tema: serie de culto creada por David Lynch que se emitió a principios de los 90. Cuenta la historia de un pequeño pueblo perdido entre los antiguos bosques de Washington (Estados Unidos), cerca de la frontera con Canadá, que se ve sacudido por el terrible asesinato de la adolescente Laura Palmer. Para investigar envían al agente especial del FBI Dale Cooper; todo un personaje. Por supuesto, el pueblo no es el paraíso que parecía a primera vista. Todo el mundo esconde secretos.
Como cabía esperar, hay otro motivo, además de las buenas críticas, para verla: sus ecos en Piratas. Quizá los dos más evidentes sean:

  • Laura, de Sesiones Perdidas
La nevera les guarda el condimento
Viven encima de un almacén cerrado
Nunca hay visitas
Nadie cruza la puerta
Es lo normal aquí

Con ellos las cosas funcionaban
despacio,casi sin pasar
Perdidos,andando por los bares
Las noches ya siempre son igual
Seguro que se acuerda
Contigo era mejor

Que ya no conseguimos
divertirnos por ahí

La sala roja descubre una mentira
Se habla al revés y hay musica en el aire
La chica guapa se queja que sus brazos
se doblan hacia atrás

Con ella las cosas funcionaban
deprisa,casi sin pasar
Perdidos,vagando por los bosques
Las noches ya nunca son igual
Seguro que se acuerda
Contigo era mejor
Seguro que se acuerda
Contigo era mejor

Si ya no conseguimos
divertirnos por ahí

(llena de frases sacadas de la serie y otras referencias:
Laura: "(...)sometimes my arms bend back..."
Enano: "Where we're from, the birds sing a pretty song and there's always music in the air."
No dudo que está dedicada a Laura Palmer.)

  • Audrey, de Relax
Ya noto que se está quemando
Un impulso que se esconde
Impaciente en mis bolsillos
Al mirarte lo que llena
Tu camisa cuando notas
Mi aliento en tus oídos
Ya lo oscuro se estremece
Algo crudo se protege

Y aunque tú sabes bien que la vida
Es todo conocerse
Quiero lamerte, suplicarte
Ver la sombra que proyecta
Cada poro de tu cuerpo
Dibujado en las cortinas
Se deslizan por encima
De saliva y terciopelo

Si yo te giro para verte
Y el humo me intoxica
Recorriendo los caminos
Respirando los latidos
Sé que deseas hacerme cosas
Como nudos de cereza
Navegando de tu boca
Hasta el centro de la tierra

(Además de ser una de las canciones más húmedas que conozco, maravillosamente contenida y toda una obra de ingeniería, también está dedicada a un personaje de Twin Peaks: Audrey Horne, perversa niña bien que suelta perlas como (tras preguntarle qué tipo de helado prefiere) "Cone. I like to lick". Y, en un momento de la serie, para demostrar sus habilidades bucales (no daré más detalles por preservar el misterio de la trama) hace un nudo con un rabo de cereza sin usar las manos.)

18 febrero 2006

Digresión

Asombra lo que llegan a hacer pasar por música, y la de gente que lo compra... en una manta en mitad de la calle buena parte, pero paga por ello al fin y al cabo. Tendría que ser al contrario: nos deberían pagar y pedirnos perdón por lanzarnos su basura a la cara, por más que en ocasiones sea claramente reciclada. Pero no. Sonreímos y pedimos más. Lo malo de este asunto es la cantidad de grupos jóvenes, con energías, ideas nuevas, luchando por conseguir una décima parte de la atención que tienen esos artistas (y artistos) de lata. De lata caducada. Y, curiosamente, no son estos grupos enterrados en la mierda los que se quejan; no, ellos tocan. Y los que aparecen en los telediarios lamentándose ante el Gobierno de lo mal que está la música son los amos del vertedero, respaldados por grupos de mafiosos que se forran a su salud, o, según dicen, gestionando sus derechos.

En mi opinión, el modelo actual de las discográficas está destinado a desaparecer. Ahora asistimos a los últimos coletazos (algunos bastante rabiosos, véase el rootkit de Sony) de una serie de empresas millonarias que ven que les estropean el chiringuito. El modelo de negocio en que se basan, hacer llegar al público las creaciones de los artistas, se queda obsoleto. Con los medios de hoy en día, no son necesarios los compactos. Es decir, el intermediario. No hay más que ver el éxito de iTunes (aunque, a su manera, sigue siendo un intermediario más moderno). Y, en lugar de renovarse, se empeñan en la inmovilidad. Renovarse o morir: ellas optan por lo segundo. De paso, demonizando a los clientes, los que hacen posible que eso sea un negocio.
No voy a hacer ahora un análisis profundo de la piratería, eso lo dejo para otro día que esté más inspirado. Pero sí querría apuntar la diferencia entre el compartir sin ánimo de lucro entre usuarios, que de una forma u otra siempre ha existido, y la deleznable creación de una industria paralela de mantas que obtiene beneficios de forma completamente ilegal.
Más sobre el tema en próximas entregas.

Snob

En este submundo de autistas somnolientos en el que me muevo cada mañana hay gente de todo tipo: escolares que acuden al colegio solos o acompañados por sus padres, ancianos que dan vueltas para pasar el rato, ejecutivos presurosos y albañiles, mendigos y músicos y demás gente que se gana la vida en la calle, jóvenes que regresan a casa tras una noche de juerga o van a la universidad... Pero todos tienen algo en común: necesitan alguna ocupación con la que distraer el tedio del oscuro paisaje.
Un número significativo opta por leer, lo cual no carece de mérito, dadas las estrecheces y el traqueteo. Incluso hay quien lo hace de pie. Será esa luz suave, la temperatura agradable, el dulce aroma que se respira, el sosegante murmullo de fondo. Diría que no hay que ser tan alarmistas con lo poco que leen los españoles, si se lanzan a la lectura en condiciones tan incómodas como lo parece en el metro.
Ahora detengámonos un poco más. Cuesta considerar lectores serios a aquellos que hojean la prensa gratuita entre bostezos, sin apenas abrir los ojos. Podemos disculpar a un par que leen periódicos "de verdad", por más que uno de ellos ande inmerso en La Razón. Quizá esté experimentando con nuevas drogas. Quitemos también a todos los que tienen a Dan Brown entre las manos. Y a Jorge Bucay y los libros de autoayuda. Tampoco cabe tomar, en rigor, a los estudiantes que van haciendo un repaso apresurado de sus apuntes, o que fingen entender el ladrillo que reposa en su regazo.
¿Con qué nos hemos quedado? Ah, sí, allá al fondo hay una chica muy guapa enfrascada con Neruda, o Unamuno, o Cortázar, o vaya usted a saber qué genio. Un vagón lleno de personas y sólo una entregada a la literatura. Tal vez sí que debamos llevarnos las manos a la cabeza por el estado de la cultura en este nuestro país.
Mas aguardad. Entre quienes no leen se puede distinguir un buen número con cables trepando por el tronco hasta introducirse en sus orejas. ¡Oh, claro! Estos individuos no encuentran tranquilidad suficiente en tan hostil ambiente como para concentrarse en un papel impreso y prefieren regalarse los oídos, deleitarse en la escucha de alguna composición musical. Sí, debe ser eso. Mira cómo entrecierran los ojos en un gesto de placer para aislarse completamente en su disfrute, cómo balancean de forma inconsciente la cabeza o golpean rítmicamente con el pie. Fijémonos en aquel greñudo vestido completamente de negro; podemos imaginar sin mucho esfuerzo que escucha algún tipo de música metal, con adjetivos antepuestos tan sugerentes como dark o death. Peor es lo de un adolescente con un chándal con la bandera de España; no hace falta suponer nada: podemos escuchar perfectamente desde el otro extremo del vagón el chunda-chunda que emiten sus cascos. Incluso quizá el suelo vibre algo más de lo habitual debido a sus graves. Aunque también puede ser debido a una rapera situada algo más cerca. Los viajeros que les acompañamos agradecemos a todos ellos mediante muecas y miradas su afán por compartir la Cultura. Hay otra chica sentada con auriculares a un volumen normal, es decir, inaudible para el resto, cosa que su anciana vecina no aprecia. En cualquier caso, mejor así, ya que si no podríamos oír la imponente voz del último cantante salido de la tele, o un remix con los éxitos del verano (si es que hay diferencia). Tampoco es necesario que vayan escuchando a Mozart, ni yo lo haría, pero asombra lo que llegan a hacer pasar por música, y la de gente que lo compra... en una manta en mitad de la calle, la mayoría, pero paga por ello al fin y al cabo.
Pero estábamos en el metro, y el vagón sigue repleto de gente. ¿Qué hacen quienes no leen ni escuchan música? Aparte de alguno echando un cabezadita, hay varias personas inmersas en distintas conversaciones. Sí, el suburbano es un lugar como ningún otro para encontrar a toda aquella gente que nunca ves en la superfice. Y como además no hay escapatoria posible, suele dar pie a esos maravillosos diálogos por compromiso, en los que ninguno de los conocidos tiene verdadero interés por el contenido y sólo intentan guardar las formas: Vaya, cuánto tiempo sin vernos. ¿Qué tal todo? ¿Cómo te va en el trabajo/los estudios? Etc. También están los compañeros habituales de trayecto, o los ocasionales, con todo tipo de temas para hablar, desde lo más banal a los más intrincados temas de filosfía. Aunque suele abundar más lo primero. En fin. Las conversaciones en el transporte público darían para unos cuantos artículos exclusivos y esto es sólo un breve repaso.
Por supuesto, están los que simplemente miran. Miran al infinito, a la oscuridad exterior, a todos los anteriormente mencionados intentando que sus ojos no se encuentren; hay que mirar entonces para otro lado, disimular.
También hay quien mira a los que miran.

13 febrero 2006

La historia interminable

Hemos descubierto un pequeño orificio de 4,6 cm de diámetro en el casco. Casi diminuto, nos hace dudar de su origen; pero si no se vigila puede acarrear problemas. En los próximos días veremos si podemos repararlo sobre la marcha o hay que tocar tierra. Esperemos no encontrar ningún otro desaguisado.
Y eso no es lo peor. Resulta que no habíamos sorteado aún todos los escollos. Se avecina tormenta.

"Si ya no puede ir peor y está cerca el momento, espera que sople el viento a favor"

Bunbury, El Viento a Favor, quinto corte de Pequeño.

10 febrero 2006

El barril de ron

Parece que salimos a una zona segura. Es el momento de evaluar daños en la embarcación. Pero eso lo haremos mañana: la tripulación lleva muchos días en tensión y se merece un descanso. Esta noche, ración doble de ron para todos.

03 febrero 2006

Punto de partida

Situación actual: flotando en algún punto de la Península Ibérica, al suroeste de Europa. Concretar más resulta difícil: no hay sol ni estrellas; por estima imposible, hace mucho que el vigía perdió de vista la última tierra y no hay brújula que marque el Norte. Zona de habitual calma chicha, durante este mes sopla un fuerte viento que lleva hacia unos escollos en forma de exámenes. Quizá sirvan para orientarse. Afortunadamente, se puede contar con la pericia del timonel y detalladas cartas de la región. Aunque siempre queda la duda de si dará tiempo a asimilarlo todo antes de adentrarnos en terrenos tan inhóspitos.

Cita del día:
"Tracé un ambicioso plan; consistía en sobrevivir"

Nacho Vegas, Nuevos planes, idénticas estrategias,
cuarto corte de Desaparezca aquí.

Preámbulo

DRAE:

cuaderno de bitácora.


1. m. Mar. Libro en que se apunta el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes de la navegación.