Llevo un par de semanas huyendo del departamento de señales. Me querían clavar un falo de 4,88 centímetros de radio y yo insistía en que no me cabía. Venga, tonto que te va a gustar. Si es que ese no es mi rollo... al final les he convencido para que me dejaran en paz. Ya me las prometía muy felices, creyendo que iba a pasar a la tercera fase a tope de vidas y con una seta, cuando por la espalda se han acercado los del MAT y en un descuido me la han metido doblada. Y, claro, después de toda la dilatación previa y la vaselina que llevaba encima el asunto ha entrado causando dolor pero sin grandes dificultades.
21 septiembre 2006
11 septiembre 2006
El regreso
Sé que os he tenido completamente abandonados desde hace más de un mes. Unas veces por imposibilidad, otras por desidia, otras por tener asuntos más urgentes que atender, el caso es que no publico nada desde principios de agosto. Pero ya me reincorporo.
Empiezo anunciando la creación de un nuevo blog, abierto a la colaboración de otros indeseables, dedicado al egregio Juanjo Sáez:
No es nada personal. O sí. Este verano, tuvimos la suerte de conocer el trabajo del reputado dibujante underground de la escena barcelonesa gracias a su participación el la Revista de Agosto de El País. Durante todos y cada uno de los 31 días del mes, gasté unos segundos de mi tiempo en la viñeta de Juanjo Saéz. No empezó con muy buen pie, pero no perdí la fe y, cada uno de esos días, esperé encontrar algo mejor. No era humor, no era inteligente, no ofrecía una prespectiva perspectiva distina, no hacía reflexionar. ¿De qué rayos iba aquello?
La respuesta, intentaremos encontrarla poco a poco.
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