26 diciembre 2011

Tíos

Me encuentro con un amigo en la noche del 25. Le pregunto qué tal la comida de Navidad y me dice que bien, que se ha pasado toda la tarde intentando explicarle a sus tíos carcas qué es el 15-M. ¿Ah, sí? Yo me he pasado toda la tarde intentando explicarle a mis tíos progres qué es el 15-M.

Quizás eso es el 15-M.

21 diciembre 2011

Literatura y piratería

Escribir "arte" solo sirve como escaparate, para darte a conocer y ganar prestigio y que entonces empiecen a llamarte para colaborar en periódicos y revistas y conferencias y demás parafernalia y poder tener un sueldo mensual, con un poco de allí y otro de allá, medianamente digno. Sé "de primera mano" que casi ningún escritor vive de la novela (o poesía o lo que sea) con ese 10% (si llega) por ejemplar vendido al que habrá que restar agentes y similares (todavía más intermediarios, además de editorial, distribución, librero...). Por si fuera poco, muchos denuncian, con la boca pequeña, aquí todo el mundo pasa de follones y juzgados, que la editorial les chulea con el número de ejemplares vendidos, para pagarles todavía menos. Al estilo de lo que contaba Hernán Casciari en su TED: resulta que en un par de librerías de confianza ha vendido el 90% de lo que asegura su editora que ha vendido en toda Argentina y no tiene acceso a las cuentas oficiales. La solución de Hernán, que ya es medio conocido y está en internet desde los albores de los blogs, ha sido montarse su propia editorial en la que da el 50% del precio de venta al escritor. O como hacen Amazon o iTunes cuando editan directamente libros o canciones, que pagan un 70% al autor.

Olvidan a menudo los autores que las leyes de propiedad intelectual nacieron para protegerles de los abusos de editores, no de su público. Es decir, para evitar, en la medida de lo posible, que un tío se haga rico con su trabajo sin que ellos vean un duro. Pero ahí siguen muchos, llamando de todo a quienes se interesan por su obra y alabando el duro trabajo del chulo que les "protege".

Mientras, nadie parece valorar el hecho de que nos acercamos cada vez más al sueño del acceso gratuito y universal a la cultura. Luego habrá que ver cómo conseguir que los creadores puedan intentar vivir de su trabajo, pero no podemos seguir basando el negocio en el control de la escasez y las ventanas de negocio cuando todo está disponible a un clic con un coste despreciable.

En fin.

15 noviembre 2011

B de burro

Entro en B de Books (el nombre merece una colleja) tras la lectura de un artículo en prensa loando su iniciativa de libros electrónicos baratos, sin DRM y "en menos clics". Pincho en el primer libro que aparece en portada y me redirige a la página principal de otro portal. Extraña manera de ahorrar clics. Pincho en otro destacado de la portada, un libro de Alberto Vázquez-Figueroa anunciado a 3,99€, y me redirige a una tienda que lo vende a 7,50€ y con DRM. Y así es como en un minuto me he visto decepcionado en todas mis expectativas.

Luego algún jefazo encontrará inexplicable que el libro electrónico español no despegue, que le coman el mercado Amazon o la piratería.

Actualización: una semana después, parece que me han escuchado y ya no cometen estas torpezas. Habrá que darles otra oportunidad.

20 mayo 2011

Concentración acampadaparis: recuento

Siempre he sido muy fan del Manifestómetro, así que no podía dejar pasar una oportunidad para rendirles un pequeño homenaje. Esta tarde había una concentración convocada frente a la embajada española de París como espejo de las de nuestra madre patria. A ojo yo diría que había como doscientas personas, pero por si acaso me he ido al Google Planimeter a medir un poco. Ya, para superficies pequeñitas no es muy fiable. Algo es algo, oigan.


O sea, unos 136 m2. En ese espacio y según las personas por metro cuadrado, caben los siguientes manifestantes:

136 m2 * 1 pers/m2 = 136 manifestantes
136 m2 * 2 pers/m2 = 272 manifestantes
136 m2 * 3 pers/m2 = 408 manifestantes
136 m2 * 4 pers/m2 = 544 manifestantes

Teniendo en cuenta que aquello era una concentración y la gente estaba apretadilla pero sin agobios, yo apostaría por las 3 personas por metro cuadrado. Es decir, que allí había unas 400 personas. Hay fotos de control que subiré en otro rato.

19 mayo 2011

Seamos poco prácticos

Una vez más nos vemos con la difícil papeleta de resumir cuatro años en un voto, de meter todos los matices, los apoyos y las disensiones en un sobre y desear que el mensaje llegue a su destinatario. Es tanto lo que quiero expresar y tan exiguo el espacio que me dan... Al echar el voto al correo desde mi naufragio parisino me he sentido más que nunca arrojando una botella al mar.

Afortunadamente, no vivo en una lógica binaria. Para expresar mis ideas no solo puedo elegir entre Guatemala y Guatepeor. Espero que en el futuro encontremos una forma de democracia en la que sea más fácil hacer oír nuestra voz. Por el momento, el domingo hay unas elecciones y yo he decidido acudir a las urnas sin miedo y sin taparme la nariz. O con una pinza pequeñita. Porque el motivo para participar en la democracia no puede ser el miedo ni el asco. Si queremos construir un mundo mejor, hay que hacerlo desde la alegría, la esperanza en un futuro más amable. Quizás la utopía sea inalcanzable, pero extendamos los brazos hacia ella. Que aunque sea sirva de rumbo.

Por eso, yo, que vengo de un pragmatismo científico, ahora me lanzo al voto inútil: votar en conciencia, no renunciar a nuestras ideas y sobre todo no aceptar la realidad como un ente inalterable. Nuestra sociedad se puede cambiar y el primer paso es recuperar la dignidad para decir que queremos hacerlo. No escucharé a todos aquellos que dicen hacer lo que hay que hacer, que las cosas son así y no pueden serlo de otro modo. Seré ingenuo, perseguiré sueños. Seré poco práctico.

04 mayo 2011

Fúrgol

No suelo hablar por aquí de deportes, menos de fútbol, pero tras tres intensas semanas de partidos del siglo parece que algo hay que decir. Empecemos por lo básico. El Barça es seguramente el mejor equipo del mundo. El Barça tiene al mejor jugador del mundo. El Barça tiene una política envidiable de apuesta por la formación y promoción de la cantera al primer equipo. Es lamentable que el Madrid salga a intentar ganar 0-0 tres de los cuatro partidos. Es lamentable Mourinho en prácticamente toda su mourinhidad. Es lamentable que la estrategia mourinhista pase por poner un defensa más, como centrocampista y que encima sea un cabestro de la talla de Pepe.

Ahora bien. Como aficionado al deporte de sofá, me jode enormemente la actitud victimista del Barça. Que un equipo de presupuesto millonario, con giras anuales por las Américas, el Oriente lejano y el próximo se presente como equipo pequeño es de risa. Que critique la política de fichajes del Madrid un club que hace un par de años consagró uno de los pufos de la década con el fichaje de Chigrinski, el defensa llamado a reforzar definitivamente al equipo y que nadie vio jugar; un club que realizó el que seguramente sea el fichaje más caro y más fracasado hasta el momento (mucho peor que un cáncer del caché de Kaká) con la compra de Ibrahimovic por un pastizal más Eto'o, uno de los delanteros del momento, para volver a malvender al bueno de Zlatan al verano siguiente; un club que ganó al Madrid en la puja por Villa la temporada pasada, juega a presentarse como si fuera prácticamente el Alcoyano.

Y esto se acaba traduciendo en la actitud en el campo. Además de jugar como los ángeles, tener unos jugadores capaces de regatear en una baldosa, hacer pasar un balón por el ojo de una aguja y saber siempre dónde tienen que estar para hacer daño al contrario... les sale cierta afición al teatro. Ya no hablamos de exagerar el dolor causado por una patada del contrario, ni de evitar hábilmente dicha patada a la vez que caemos para que el árbitro crea que en efecto nos han atizado. Hablamos de fingir agresiones, de ver acercase a un contricante y llevarnos las manos a la cara como si nos hubieran roto la nariz, de entrar a por un balón dividido, perderlo y pretender que el otro nos ha clavado los tacos en la rodilla. Etcétera. Ay, ay, señor colegiado, castíguelos, que osan disputar nuestro inmaculado título de El Fútbol. Me jode especialmente cuando el que finge tan miserablemente es un tipo que en la jugada anterior y en la siguiente reparte estopa sin pestañear como Busquets. Le pasa lo mismo en la selección española. O Mascherano. Si das hostias como panes, no te quejes cuando las recibas. Pero, sobre todo, no te inventes que las recibes. Es muy poco elegante.

Sospecho que un buen árbitro inglés los hubiera mandado a paseo hace tiempo, pero así es el deporte: el juez también juega. Incluso cuando se equivoca del mismo lado con cierta asiduidad, suele ser que algo hay, que algo hace en el campo el equipo favorecido para que eso suceda. Seguramente el Barça también hubiera alcanzado la final europea sin la expulsión de Pepe en el primer partido o con el gol anulado a Higuaín en el segundo. Pero no deja de ser curioso que un equipo que se cree tan superior, a pesar de toda su falsa modestia, enfrentado con El Mal, El Antifútbol, en una serie de cuatro partidos, solo haya sido capaz de ganar uno, por un poco contundente dos a cero tras una discutible roja directa, haya perdido otro y empatado los restantes. La realidad y los resultados a veces son poco sensibles a la estética.

14 marzo 2011

Principio de incertidumbre

Me he dado cuenta de que llevo un par de meses leyendo novelas que ya había leído, volviendo a los poemas que me han arañado, a los discos que han acompañado mi juventud pero que cada vez escuchaba menos. Tal vez se trata de encontrar puntos de referencia estables entre tanto cambio, en estos días lentos de mudanza vertiginosa en los que parece que se decide el futuro del resto de mi vida. La transición de la juventud hacia la adultez puede ser una continuación monótona o un punto de inflexión en función de un montón de variables a analizar. Cada decisión es rechazar una infinidad de posiblidades, y lo peor es que en la mayoría de los casos no sé ni cuáles son. Supongo que es lo habitual en la vida.

Al fin y al cabo, se trata de cuestiones tan clásicas como el quién soy y adónde voy. El problema es que Heisenberg nos explicó que cuanta mayor precisión busques en una de las medidas, menos obtienes en la otra. Puedo saber quién soy si me quedo quieto. Puedo adivinar mi rumbo dejando a un lado la ontología. Lo más lógico parecería atacarlas por orden cronológico: quién soy y quién quiero ser. Si tan solo fuera tan fácil saberlo...

Quizás sea hora de seguir el consejo gidiano: "Ne jamais profiter de l'élan acquis". No aprovechar el impulso, combatir la inercia, recomenzar en cada capítulo. En castizo: a tomar por culo todo.

20 febrero 2011

Todo en su sitio

En días como hoy, pienso que Everything in its right place es una buena metáfora de la vida: un caos desasosegante en el que te repites que todo está bien y sabes adonde vas. Todo está en su sitio, gritas desesperado, intentando convencer al mundo y a ti mismo, crear la realidad con palabras. Mientras, por detrás, todo va cayendo en pedazos.

La versión en directo acaba de completar la imagen: al final, salimos de cuadro y sólo quedan, durante un breve lapso, algunos ecos distorsionados. Después, silencio.

23 enero 2011

¿Y si...?

Ciertas teorías plantean que, cada vez que tomamos una decisión, el universo se desdobla y otros yoes siguen vidas paralelas, realizando todas las posiblidades que en estas cuatro dimensiones descartamos. Si fuéramos capaces de unir todas estas consciencias, tendríamos una vida plena, en el sentido más literal, experimentando todas las bifurcaciones posibles.

Algunas personas creen que así encontrarían la felicidad, sin remordimientos, ni arrepentimientos, ni dudas sobre posibles presentes alternativos. A mí me cuesta. Principalmente, porque tengo la intuición de que aun en infinitos mundos siempre tomaría la decisión equivocada, o acabaría encontrando la forma de cagarla. Ser completamente consciente de ello resultaría abrumador: uno de los pocos consuelos que tenemos en esta vida es creer que tomando otros caminos nuestra vida habría sido distinta. Mejor. Si la hubiera besado aquella noche, si le hubiera mandado a la mierda, si hubiera subido a aquel tren, si nunca hubiera tomado este avión...

Imaginamos otras realidades para evadirnos de la nuestra y nos torturamos creyéndolas más atractivas, aunque no tengamos ninguna garantía de que realmente el resultado fuera ése. Nos causa dolor, pero también nos ayuda a querer transformar nuestra realidad para acercarla a la deseada. Porque una vida perfecta como combinación de otras, o por simple estadística, no tiene ningún mérito. Debemos construirla aquí y ahora, con todas las limitaciones espacio-temporales. Hay otros mundos, pero están en éste*.

Conocer todo, vivir todo... ¡qué aburrimiento! Como la mortalidad en la obra de Tolkien, la ignorancia es nuestro don tanto como nuestra maldición. La única felicidad pura es la de la inocencia. Después mordemos el fruto prohibido, abrimos la caja de Pandora y comenzamos a descubrir la vida. Vivimos en la paradoja de querer saber, aunque duela: saber no nos hace felices, pero no podemos renunciar a ello; nos puede la necesidad de averiguar. Crecer consiste en ir aprendiendo imperfecciones. Ser feliz, en saber que no importan.

Así, a base de ignorancia y curiosidad, vamos creando mundos nuevos.

*Parece que la versión original es en singular: Il y a un autre monde mais il est dans celui-ci. Ni idea de quién decidió pluralizarlo.

06 enero 2011

Dime con quién andas

... y te diré quién eres. Eso reza el refrán. Yo siempre había creído que era algo esencialmente peyorativo para indicar que la gentuza se junta con gentuza. Ahora creo que es una verdad general: uno se define por las amistades que cultiva. Mal que a veces nos pese, somos animales sociales y uno, además de uno mismo, también es sus circunstancias. Su familia, su ciudad, su tiempo, los amigos que elige. Seguramente elegir sea un eufemismo, pues los amigos son esencialmente aquellos que nos aguantan y aceptan. Que, inexplicablemente, siguen ahí a través de los años. Que no nos quieren cambiar.

Sin embargo, también son algo que nos modifica. Incluso los más ferozmente independientes necesitamos la aceptación. A partir de ciertas afinidades, los amigos nos pueden ayudar a sentirnos más a gusto con nosotros mismos, a desarrollar los aspectos de nuestra personalidad que más nos gustan, pero igualmente nos pueden alejar, cambiarnos radicalmente. Para sobrevivir, cuando la situación no es propicia, nos adaptamos al entorno, nos camuflamos hasta pasar desapercibidos y ser admitidos.

Cada vez que entramos en un nuevo círculo social nos vemos obligados a reinventarnos. Ya sea por cambiar de trabajo, de pareja o de ciudad, tenemos que definir nuestro nuevo rol, nuestra nueva relación con los demás. En ocasiones, esta operación puede convertirse en un salto mortal sin red: uno no añade amigos, sino que de golpe y porrazo se encuentra rodeado de gente nueva sin el apoyo de los ya conocidos. Todos sabemos de aquel que se echó novia y no se le volvió a ver el pelo, del otro que metió su vida en una maleta y se fue a plantarla en cualquier otra parte. El riesgo está en que olvidar a los amigos es también olvidarse a uno mismo. No son grandes cambios. Simplemente, palada a palada, vamos enterrando una parte de nosotros.

Y así uno puede encontrarse un día echándose de menos, preguntándose qué habrá sido de aquel yo bromista que hoy es un tipo serio, de aquel yo amante del cine que ahora sólo ve blockbusters, de aquel yo que discutía durante horas tomando cada coma por trinchera y que ya no mantiene más que conversaciones de ascensor.

Y darse cuenta de que, palada a palada, te has estado enterrando vivo.