Según me comenta Nihilia, hoy El País publica un par de páginas dedicadas a videojuegos. Fuera del Ciberpaís, lo que ya es noticia; y encima dedicadas a hablar del videojuego como forma de arte.
Por un lado, Jordi Costa descubre que el videjuego es industria y expresión artística. Por otro, el gran Gonzo Suárez habla del arte como entretenimiento y evasión a lo largo de la historia, como ventana a un mundo soñado por el artista.
Enhorabuena. Es un primer paso, siguiendo el rumbo marcado por Público, incluir estos temas en las páginas del diario. Aunque, como ya dije en su momento, el verdadero paso adelante se dará cuando sea habitual hablar de videojuegos en la sección de cultura, igual que de películas, exposiciones o libros, con entrevistas a los responsables, críticas y reportajes. Nada de tecnologías y mucho menos una página perdida en una separata. Un videojuego es una creación tan dependiente de la tecnología como la fotografía o el cine. La representación infográfica que vemos en nuestras pantallas no es sino el resultado final del trabajo de guionistas, técnicos de sonido, grafistas, dobladores... todo un plantel de creadores al servicio de una obra audiovisual inmersiva, en la que el espectador se convierte en un actor más dentro de esa obra de arte.
Ya va siendo hora de que los grandes medios lo asuman: el videojuego es el octavo arte.