Aunque seguimos teniendo un tiempo increíblemente bueno, lo que en España sería el veranillo de San Miguel, he empezado a tener síntomas de resfriado (me tienen rodeado), así que me he metido una dosis de Frenadol y ahora mismo estoy flotando. Sólo lo advierto, estoy escribiendo colocado, no juzguéis con severidad.
A veces hay que dejarse arrastrar y aprovechar la corriente, aunque te lleve a un sitio que no tenías planeado. Por eso ahora me limito a ser llevado de parque en parque y de calle en calle por los días soleados; y cuando oscurece de antro en antro de la mano de una cerveza y una sonrisa amiga. Intentando ajustar la realidad a la imagen mitológica de París, la que tan bien contaba Manuel Vicent, la que te hace creer que
la libertad y la vida sólo estaban en los libros y que no había nada en el mundo como ser joven en París
Dejadme que peregrine en busca de esos rastros literarios y musicales mientras construyo mi propio mapa de lugares míticos de París. Así tal vez un día podamos compartirlos.