Publica hoy Escolar una curiosa entrada en la que es capaz de argumentar por el blanco y el negro a la vez sin despeinarse. A mí me ha dejado francamente impresionado. Dice el buen hombre (la negrita, claro, es mía):
Mientras tanto, en el otro extremo de la galaxia, José Blanco contaba la feria de otra manera, según una conspiración universal donde sólo faltan los templarios. “Nada de lo que está ocurriendo en el mundo, incluidos los editoriales de periódicos extranjeros, es casual o inocente”, dice el vicepresidente cuarto (o primero) del Gobierno, que argumenta que los problemas del bono español responden a un ataque de “los especuladores”, que “no quieren que se regulen los mercados”. Blanco no aclara qué parte del programa de Zapatero para refundar el capitalismo (sarcasmo) es la que ha enfadado al club Bilderberg o a los reptilianos. Pero tiene razón en una cosa: hay un ataque especulativo contra nuestra deuda.
O sea, que se burla de Blanco porque dice que sufrimos un ataque especulativo... para acabar diciendo que tal ataque existe. Chapeau. Una argumentación impecable. Oscar Wilde lloraría de alegría:
Consistency is the last refuge of the unimaginative.