24 junio 2007

Formas de perder el tiempo en exámenes (y 3)

Tal vez ya te hayas convertido en un hacha del Desktop Tower Defence y tienes los ojos rojos después de haberte leído todas las viñetas de la red. No te preocupes, todavía hay un montón de cosas que puedes hacer desde tu mesa para no preparar ese examen. Por ejemplo, la sugerencia de hoy:

aficiónate a una serie de televisión

Seguro que a estas alturas de la temporada ya has acabado de ver Lost, House y Heroes. No importa: sigue habiendo una cantidad increíble de series para descargar. Para empezar, es muy probable que, debido a tu edad, te perdieras en su momento alguna serie que hoy se considera clásica, como Seinfeld o Twin Peaks, o futuros clásicos como Los Soprano. La sección de obras maestras de Espoiler, el último proyecto de Hernán Casciari, puede ser una buena fuente de ideas si andas escaso de ellas.

También cabe optar por algo amable, refrescante, ligero. Ahí tenemos el humor surrealista de Scrubs (inexplicablemente aparecida y desaparecida en el mediodía de Cuatro este mes de junio) o el entretenimiento puro de How I met your mother. Esta última ha sido la que me ha tenido enganchado las primeras semanas de exámenes. Heredera de Friends, presenta a un grupo de amigos neoyorquinos enfilando la treintena: Ted, arquitecto en busca del Amor; Lily, profesora de guardería, y Marshall, estudiante de derecho, están pensando en casarse tras diez años de relación; Barney, el amigo rico (algún puesto de ejecutivo; nadie sabe en qué trabaja exactamente) y soltero empedernido, encarnación humana de Bender. Pronto se les unirá Robin, bella reportera de un ignoto canal local. En torno a estos cinco personajes el Ted del futuro narra a sus hijos la historia de cómo conoció a su madre en ágiles capítulos de 25 minutos. Con un humor entre lo cotidiano y lo absurdo pero siempre inteligente, la serie se deja ver con una sonrisa en la boca y acaba antes de que te des cuenta: en un par de semanas vi las dos temporadas que llevan hechas. Está planeada al menos una tercera.

En el otro extremo de la balanza podemos poner una serie "seria", una de las revelaciones del año pasado: Dexter, forense y psicópata en sus ratos libres. Mucho más incómoda de presenciar, ambientada en un Miami húmedo y asfixiante, desarrolla la trama en doce capítulos de una hora que nos dejan un extraño hueco en el estómago.

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