No quisiera dejar pasar más tiempo sin comentar el concierto de Deluxe del miércoles pasado.
Lugar: Sala El Sol. C/ Jardines, 3.
Hora: 00.00Siempre es bueno volver a locales de los de toda la vida. Estas salas pequeñas tienen un ambiente especial. Aunque en este caso no nos costaría imaginar aquí a Toulouse-Lautrec en una de sus correrías como las del París de hace siglo y pico, tampoco hay grandes quejas por la decoración y distribución del lugar, salvo, quizá, las enormes columnas demasiado cerca del escenario. En cualquier caso, un buen sitio para conciertos más íntimos que los de las grandes salas. Por no compararlo con estadios y plazas de toros.
Al grano. De teloneros Frida. A pesar del nombre, cantaban en inglés. No sonaba mal, con fuerza. Pero no habíamos ido hasta allí a escucharles a ellos.
Con media hora de retraso (lo típico), a pesar de ser una madrugada entresemana, apareció Xoel con su banda. Respecto a ocasiones anteriores, faltaba un guitarra, que era suplido por Juan de Dios alternándose entre sus teclados y las seis cuerdas. Tal vez es que no cabía más gente en tan mínimo escenario :p. Arrancaron con Bienvenido al final, uno de los grandes himnos de su segundo LP; iba dedicado a mí, que vuelvo a estar en el final de otro periodo de suerte (cada cierto tiempo, esta canción retorna con sentido renovado). Poco a poco, fue desgranando más temas, fundamentalmente de su último disco. Es una maravilla ver cómo evolucionan los temas del disco al directo, e incluso entre distintos conciertos. Nunca hay dos iguales. Las canciones lentas se aceleran, otras movidas se vuelven pausadas; y siempre suenan bien. También brindó un tema de reciente composición que no pude evitar que me recordase a Calamaro en su Adiós, amigos, adiós, aunque sólo la temática. Tampoco dio para mucho más esa primera escucha.
Llegó el momento de las versiones, y Xoel se quedó a solas con su guitarra "acústica". Empezó tocando Bridge over troubled water (Simon & Garfunkel) que desembocó en un emocionante Hallelujah (Leonard Cohen) estilo Jeff Buckley. A continuación, porque había "estado en Argentina", tocó Todo lo demás, una de las buenas canciones que dejó el gran Calamaro en Alta Suciedad, y que ya le habíamos oído interpretar junto a los hermanos Ferreiro, compañeros del viaje a Argentina, en MTV Select (si alguien está interesado, que busque por el emule). Más adelante sonaría Perlas ensangrentadas de Alaska, ya habitual en el repertorio.
El momento culminate del concierto seguramente llegó con la interpretación de Three months of glory cuando, a mitad de canción, Xoel se bajó del escenario a tocar un maravilloso solo entre el público. Éste, que hasta el momento tampoco había estado muy movido, explotó. Tras un par de minutos se volvió a subir a la tarima tocando la guitarra sobre su cabeza. Y de pronto, sin saber cómo, resulta que estaba tocando With or without you, de U2. Pura magia. Mientras la gente todavía se frotaba los ojos y recogía los fluidos segregados, la banda siguió con Que no, otro de los himnos creados por Deluxe. Normalmente sus conciertos (al menos a los que yo había asistido) se cierran con esta canción, pero no habíamos llegado ni a los bises.
Tras retirarse brevemente del escenario, regresó con Juan de Dios para regalarnos otro clásico: No money to spend a solas con el teclado. A medida que avanzaba la canción fueron incorporándose los otros instrumentos mientras Xoel volvía a demostrar que es el amo del escenario.
En conjunto, aunque algo corta, otra gran actuación de Deluxe. Tan solo me quedé con ganas de escuchar Song for Ana, otra de mis debilidades.
1 comentario:
me quedo en
tu cuaderno de bitácora.
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