Lugar: La Riviera, Madrid
Día: 24 de marzo de 2006
Hora: 21.00
Culpable: Iván Ferreiro y otros artistuchos
Empezó puntual el espectáculo porque traían un programa apretado. La Riviera, aunque se habían agotado las entradas, no me pareció tan llena como en otras ocasiones. Quizá es sólo que estaba menos metido en el mogollón que de costumbre. Arrancaron, como dos semanas antes, con Días extraños y Santadrenalina. De hecho, el repertorio fue bastante parecido, aunque cambiando algo el orden. Cabe destacar la inclusión de Piensa en frío, gran tema que tendrán que grabar en algún momento. Lo malo es que con estos temas no publicados y las versiones parte de la gente se ponía a charlar, como si aquello fuera un bar. Hacia el final del concierto empezaron las "sorpresas": Iván invitó a Lisandro Aristimuño a cantar y tocar Ciudadano A, aunque debo decir que, desde mi posición, su aportación resultó... infinitesimal. Inapreciable. Encima, se perdió en gran medida la potencia guitarrera del final. Poco después empezaron a sonar unas notas conocidas... no puede ser... ¡Diecinueve! Y, por si fuera poco, se une Miguel Rivera, el cantante de Maga. Aprovecho para dar unos botes orgulloso con mi camiseta del grupo sevillano. Suena La distorsión; en esta segunda escucha me gusta mucho más, pero sigue sin ser una canción para acabar un concierto. Claro, si todavía no han tocado La Canción. Efectivamente, para cerrar la actuación, Turnedo. Y en ese maravilloso popurrí en que desemboca suben al escenario los invitados anteriores y Xoel López, aka Deluxe, que añade toda su clase y alguna canción de su repertorio. Saludan y se van, pero el público quiere más. Grita, canta, silba durante unos cuantos minutos, hasta que la banda no tiene más remedio que volver. Pero cuando estamos a punto de relamernos pensando en lo que se avecina, Iván toma el micro y nos dice que lo siente mucho, pero son las once y no pueden tocar más. No quiere que cierren otra sala. ¿Qué clase de ciudad es esta en la que la mayor sala de conciertos debe callarse a las 23.00 porque si no la denuncian? Además, los menores de edad no pueden asistir a estas actividades culturales, el ayuntamiento persigue a los locales hasta asfixiarlos, ir con una lata de cerveza abierta por la calle es delito... Asco de ciudad.
Día: 24 de marzo de 2006
Hora: 21.00
Culpable: Iván Ferreiro y otros artistuchos
Empezó puntual el espectáculo porque traían un programa apretado. La Riviera, aunque se habían agotado las entradas, no me pareció tan llena como en otras ocasiones. Quizá es sólo que estaba menos metido en el mogollón que de costumbre. Arrancaron, como dos semanas antes, con Días extraños y Santadrenalina. De hecho, el repertorio fue bastante parecido, aunque cambiando algo el orden. Cabe destacar la inclusión de Piensa en frío, gran tema que tendrán que grabar en algún momento. Lo malo es que con estos temas no publicados y las versiones parte de la gente se ponía a charlar, como si aquello fuera un bar. Hacia el final del concierto empezaron las "sorpresas": Iván invitó a Lisandro Aristimuño a cantar y tocar Ciudadano A, aunque debo decir que, desde mi posición, su aportación resultó... infinitesimal. Inapreciable. Encima, se perdió en gran medida la potencia guitarrera del final. Poco después empezaron a sonar unas notas conocidas... no puede ser... ¡Diecinueve! Y, por si fuera poco, se une Miguel Rivera, el cantante de Maga. Aprovecho para dar unos botes orgulloso con mi camiseta del grupo sevillano. Suena La distorsión; en esta segunda escucha me gusta mucho más, pero sigue sin ser una canción para acabar un concierto. Claro, si todavía no han tocado La Canción. Efectivamente, para cerrar la actuación, Turnedo. Y en ese maravilloso popurrí en que desemboca suben al escenario los invitados anteriores y Xoel López, aka Deluxe, que añade toda su clase y alguna canción de su repertorio. Saludan y se van, pero el público quiere más. Grita, canta, silba durante unos cuantos minutos, hasta que la banda no tiene más remedio que volver. Pero cuando estamos a punto de relamernos pensando en lo que se avecina, Iván toma el micro y nos dice que lo siente mucho, pero son las once y no pueden tocar más. No quiere que cierren otra sala. ¿Qué clase de ciudad es esta en la que la mayor sala de conciertos debe callarse a las 23.00 porque si no la denuncian? Además, los menores de edad no pueden asistir a estas actividades culturales, el ayuntamiento persigue a los locales hasta asfixiarlos, ir con una lata de cerveza abierta por la calle es delito... Asco de ciudad.
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