21 mayo 2006

Eurovisión

Sorpresa en la tele. Anda la gente del sector revuelta porque el Festival de Eurovisión de este año ha ido a parar a Finlandia, que nunca se había comido una rosca en esto, y precisamente cuando presentan un grupo estrafalario de heavy o algo así. Unos tipos más disfrazados que los extras de El Señor de los Anillos que en lugar de darse al pop más banal y comercial se decantan por el rock duro. Pues ole.
No he escuchado la canción ni he visto más imágenes que las aparecidas en algún medio de comunicación, pero eso es lo de menos. Olé sus huevos. Los suyos y los de los finlandeses que se atrevieron a llevarlos. Por fin alguien apuesta por hacer algo diferente en lugar de presentar el mismo producto que todos. No sé si son buenos o malos, si la puesta en escena, además de agresiva, era efectiva; sólo sé que eran algo distinto, que se salía de lo habitual y que, seguramente gracias a eso, han ganado. A ver si por fin las academias se enteran de que no se trata de homogeneizar culturas, cantar cosas en inglés de estribillo pegadizo y montar una coreografía con macizorras. Sobre todo, no se trata de crear una canción que vaya a gustar a los jurados; la música no va de eso. Hay que ser original, arriesgarse al rechazo, sorprender y creer en lo que uno ha hecho porque es lo quiere y porque cree que es bueno. Y luego defenderlo.
Cualquiera diría que me importan algo los concursos estos. Simplemente, es un buen exponente de la música actual: un mercado en el que las composiciones se diseñan pensando en el cliente que lo va a escuchar (el target, que le llaman) y todos ofrecen lo mismo porque es lo que se va a comprar. Con el papel fundamental de los medios de comunicación, claro. Por eso, que una cadena estatal se atreva a romper la tendencia es una buena noticia. Y mejor todavía la constatación de que hay vida fuera de la tendencia dominante y el público es sensible a ello.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y luego va Ramoncin y se mete con los P2P porque acaban con la musica. Acabarán con el comercialismo y la banalidad putrefacta de las gendes discograficas(que por otra parte son los que más pasta manejan)no con los verdaderos creadores de melodias. En fin... como dice Sabina: Que se Joda, Si es más tonto no nace.