Acudíamos al concierto de presentación de Los Planetas con expectación y miedo. Por lo que habíamos podido escuchar de La leyenda del espacio, disponible en su web desde hace algunas semanas, la cosa prometía ser interesante; por los comentarios que se leen sobre sus conciertos, podíamos esperar cualquier desastre. Así son ellos: imprevisibles: lo mismo tienen el día inspirado y hacen unas versiones fantásticas de sus propias canciones o están de malas y sólo consiguen hacer ruido. O ambas cosas.
Llegamos hasta La Riviera por los nuevos túneles de Gallardón y aparcamos sin problemas en los alrededores. Quedaba menos de una hora para el concierto y no parecía que hubiera mucha gente por allí. ¿Se habrían excedido programando dos fechas? Decidimos descubrirlo con unas cervezas en la mano mientras esperábamos al resto de la plantilla. Media hora después la cola era suficiente como para tomársela en serio y ponerse en ella. De Prin' La Lá mejor olvidarnos, a pesar de la curiosidad que teníamos por ver a las niñas en el escenario. Siempre nos perdemos a los teloneros bebiendo en la calle. El caso es que para las nueve y cuarto estábamos dentro. Si no hubo lleno, tampoco sobró mucho sitio.
En los primeros cinco segundos de concierto cundió el pánico: J se acercó al micrófono como si estuviera cantando pero su voz era prácticamente inaudible. Sí, menos que en los discos. ¿Nos tocaría sufrir una de sus noches tontas? Afortunadamente, la cosa mejoró hasta alcanzar un nivel aceptable en los minutos siguientes. Eso sí, con unos acoples que daba gusto.
Comenzaron con las canciones de su último disco, recorriendo un camino desde lo más planetario hasta el estallido pop de Reunión en la cumbre y Alegrías del incendio, todo ello acompañado por proyecciones de corte flamenco (sillas cual Saura, vírgenes, geometrías árabes) y un más que decente juego de luces. Despachadas las novedades, pasaron a un repertorio más clásico, repasando prácticamente todos sus discos: Super 8 (De viaje), Una semana en el motor de un autobús (Segundo premio -suficiente para dar la entrada por amortizada-, Montañas de basura), Unidad de desplazamiento (Santos que yo te pinté, Maniobra de evasión, Que no sea Kang, por favor, Un buen día), Contra la Ley de la Gravedad (Devuélveme la pasta, Canción del fin del mundo, Deberes y Privilegios). Más mis seguros olvidos.
Tras un breve descanso volvieron con energías renovadas para atacar Pesadilla en el parque de atracciones y culminar con el final apoteósico de La Copa de Europa. Yo soy más de Toxicosmos, pero tampoco es como para hacerle ascos a ese temazo, y menos con el desarrolo instrumental/muro de sonido con el que culminaron el recital.
Por ponerle alguna pega al concierto, aparte de un sonido algo más cuidado (aunque con Los Planetas nunca sabes hasta qué punto es lo que ellos buscan y hasta cuál es descuido), se hubiera agradecido alguna colaboración flamenca, siendo la más obvia la Enrique Morente en Tendrá que haber un camino. Por otra parte, me habría ahorrado alguna canción del disco previo, especialmente Deberes y privilegios, que sonó bastante pobre, en favor de algo de Super 8 o Pop, por no recurrir a los siempre excelentes Una semana... o Unidad de desplazamiento y así dar una alegría a quienes les siguen desde los inicios, grupo en el que no me encuentro.
Como nota de crónica social, mencionar la presencia de personalidades como Iván Ferreiro (que últimamente intenta imitarme el peinado), Juan Aguirre o Christina Rosenvinge.
3 comentarios:
Estoy de acuerdo con tu valoración. Hay que añadir unos cuantos acoples que cada vez me hacen pensar más que no tienen ni puta idea de todar decentemente la guitarra y algunas deficiencias de sonido. Efectivamente hasta que no se pusieron a tocar la mayor parte de los clasicos el concierto no fue salvable a pesar de unas mas que decentes tres primeras canciones (El ultimo disco es una maravilla). Tenia la sensacion de asistir a la exhibicion de un hijo que a duras penas consigue remontar el vuelo y a duras penas da motivos para mostrar que realmente es un experto en la materia.
Si, yo también estoy completamente de acuerdo y, sobre todo, me siento orgulloso de haberme decidido in extremis a asistir al que probablemente sea el evento indie en España de la temporada (obviando los festivales). Toma sentencia arriesgada, ¡idme poniendo un plato que lo mismo me la tengo que comer! Aun así, ¡que placer estar saltando con "Segundo Premio", sumergido en un mar de chapas, gafas de pasta, jerseys a rayas y zapatillas a cuadros! Y, por cierto, en alusión a tu anterior comentario, creo que la exhibición de "vale tudo" entre aquel "anarko punko" y la una cámara de vigilancia del metro vale por muuuuuuuuuchas horas de sueño. Un abrazo.Juan.
si,soy yo de nuevo, el comentarista anónimo.
como t estaba comentado prefiero q ella este encima q asi me canso menos.
los planetas me la bufan. no los e oido nunca y con un poco de suerte alomejor nunca los oigo, con michael jackson no necesito mas musica cojones.
un abrazo.
Pd.-q el lunes vamos a comer y tal.
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