03 junio 2006

Jo, qué noche

La de ayer fue una noche bastante interesante. En primer lugar, por ver a Nacho Vegas en directo. Aunque el concierto se nos hiciera corto, sin un mísero bis, y no tocara Maldición ni GangBang disfrutamos como enanos del repertorio ofrecido.
Segundo, conseguimos concretar las fechas para ir al FIB. Luego no me las toquéis que ya tengo los billetes sacados. Otras cuestiones secundarias (cómo ir, cómo dormir, qué comer, etc.) ya las discutiremos cuando pasen los nubarrones. Por cierto, la zona de acampada la cierran el martes, así que no va a ser posible quedarse mucho tiempo.
Por último, os estuve dando la chapa a los que andabais por allí para que me criticaseis este blog. Alimenta enormemente el ego saber que alguien pierde el tiempo leyéndote. A ver si os dejáis notar un poco en los comentarios, desgraciados. Que sepáis que tomé atenta nota de todas las opiniones vertidas; aunque ahora mismo todo se pierde entre brumas etílicas, de modo que seguiré escribiendo como me dicta el instinto que, según parece, tampoco da tan malos resultados.
Al final, a pesar de todos mis esfuerzos por alejarle de la tentación, Juani se fue con las mellizas Victoria y Soledad -entre las dos no sumaban su edad- y no le volvimos a ver el pelo. Tampoco se lo reprochamos, que así el coche iba más ligero. Luego el hijoputa de Mowgli se puso trascendental y me tuvo hasta las cinco de la madrugada inmerso en confesiones íntimas y conversaciones filosóficas. La cosa acabó porque llegó un punto en el que todo mi esfuerzo se centraba en mantener los ojos abiertos y disimular los bostezos, con lo que perdía definitivamente mi ya disminuida capacidad de réplica.
Así, claro, esta mañana no me levantaba ni el juez. Cuando por fin lo he conseguido, una inexplicable sensación en la cabeza dificultaba enormemente el estudiar. Si luego suspendo es por vuestra culpa. Muchas gracias.

PD: Realmente, esto debería ser un correo o algo similar, pero seguro que esto es más efectivo. De todas formas, no es la idea que el blog se convierta en un lugar de marujeo en el que cuento mi trepidante vida -uno de los títulos que estuve barajando era "Mi vida no resulta interesante"-, sino que siga el tono de sesudos artículos de opinión, ya fuertemente asentado. La verdad es que ni pensaba escribir hoy, pero resulta un buen ejercicio frente a la resaca. Besos.

No hay comentarios: