15 marzo 2006

ablar por ablar

Prácticamente todos los días al volver de clase me encuentro con el cartel de una tienda de telefonía que reza: "Telefonica te abla". No fue bastante con perder la tilde (luego dijeron que estaba incluida en el último trazo de la efe, también que era un cambio orientado al mercado internacional). Ahora siguen en su ataque al español (con perdón), ampliando sus mutilaciones. O reduciendo, no sé. Nunca he entendido el desprecio de algunas personas "de ciencias" hacia el idoma; menos todavía en trabajos en los que la comunicación es algo básico. Si es que hay alguno en que no lo sea. Aunque seguro que la iniciativa partió de algún iluminado con carrera en Bellas Artes al que la hache la parecía antiestética o un lumbreras de ADE con inagotable visión comercial o vaya usted a saber quién. La ortografía (y la gramáticay la sintaxis y...) tiene enemigos por todas partes. ¿No tiene nada que decir al respecto la CMT? ¿No se puede denunciar a alguna asociación de defensa del consumidor, o simplemente de los derechos humanos? Esto sí que es para retirar la campaña y no esas pamplinas feministas que se esgrimen por media de pipas (Nota mental: tengo que desahogarme sobre eso en otra ocasión).
En fin, que me desvío. Yo lo que quería comentar es que cada vez que Telefonica (sin tilde) amenaza con ablarme no puedo evitar acordarme de la canción banali banali de Javier Álvarez (del maravilloso disco tiempodespacio):
me abláis cristianos, judíos y ateos
me ablacionáis en la lengua de alá
o, como escribe Fucowski:
Telefónica te abla (Jazztel te circuncida)
Dos ideas similares que demuestran que la expresión, además de fea, es poco afortunada.

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